24 sept 2012

Flora en la Patagonia

La Patagonia es una de las regiones de la Argentina que goza del más bello paisaje, decorado por nevados picos montañosos, inmensos glaciares y la más colorida vegetación. En algunas partes la flora es más abundante y variada, en otra más escasa, pero siempre está presente aportando tonalidades y colores diferentes.

La amplia variedad de flora que se puede observar en la Patagonia, responde a las diferentes condiciones climáticas que se dan en dos sectores o sub-regiones: la estepa y el bosque andino. La diferencia crucial entre estas zonas es el registro de precipitaciones (lo que indudablemente repercute en el desarrollo vegetativo). Hacia los Andes las lluvias son más frecuentes, lo que favorece la proliferación de árboles, arbustos y plantas que componen el bosque. Hacia el sector de estepa patagónica, los registros en cambio, están por debajo de los 300 milímetros anuales. Este escaso nivel de lluvias dificulta el desarrollo de la flora, lo que genera que sólo persistan algunas especies adaptadas a este árido y seco clima.
 
A pesar de estas diferencias, la flora autóctona de la región patagónica es bastante amplia y se ha expandido aún más por la implantación de especies traídas desde otros puntos de la Argentina. Ello ha llevado a que se conformen verdaderas comunidades vegetales en donde coexisten las más variadas especies sobre el territorio sureño. Entre los árboles nativos, se encuentran los Alerces, verdes ejemplares capaces de alcanzar una altura superior a los 20 metros. Son muy comunes en la Patagonia. En la provincia de Chubut, el Parque Nacional Los Alerces ha sido declarado Patrimonio Natural, por lo que goza de una protección privilegiada. Junto a estos, se levantan los Arrayanes, altos ejemplares (entre 8 y 10 metros) de rojiza corteza y verdes hojas que proliferan a orillas de los lagos. Se pueden identificar también algunos Cipreses de la Cordillera, unas coníferas de copa alargada, muy común en la zona del Bolsón. Otro de los ejemplares muy conocidos en la Patagonia es el Pehuén o Araucaria, una conífera cuyas ramas se abren en forma de paraguas. De corteza grisácea, este árbol era considerado sagrado por la comunidad mapuche. El Maitén es otra de las especies autóctonas del sur de la Argentina. Es un árbol de copa redonda con ramas que tienden a inclinarse hacia abajo (por lo que se lo suele confundir con el sauce llorón). Muchos ejemplares más, como el Canelo, el Coihué, el Lenga, el Ñire, el Álamo y el Roble, entre otros, proliferan en esta región.
 
Una gran variedad de arbustos y semi-arbustos, invaden cada rincón patagónico. El más reconocido, por el cuál se bautizo así a la ciudad, es el Calafate. Este arbusto, de aproximadamente metro y medio de altura, posee hojas de color verde oscuro, flores amarillas y frutos redondeados de colores azules y violáceos. Este fruto es utilizado para producir dulces, preparados en almíbar, entre otros. Otro ejemplar muy famoso de la Patagonia es la Reina Mora, un arbusto de flores rosáceas con muchos pétalos, cuyo fruto posee forma de panadero plumoso. De similares características es la Mutisia Reina. La principal diferencia con la reina mora, es la flor, anaranjada con forma de estrella. Una de las flores características de esta región es la del Amancay. Este arbusto, capaz de alcanzar un metro de altura, es conocido por sus hermosas flores amarillas y anaranjadas con pétalos teñidos de finas estrías rojas. Muy común en los bosques húmedos, posee hojas verde claro de forma lanceolada. Los mismos colores posee la flor de la famosa Orquídea patagónica, cuyas hojas verde claro se amontonan en forma de roseta.
 
Estos son algunos de los ejemplares vegetales que completan con intensos y variados colores la belleza del paisaje patagónico en ciudades como Calafate. Para admirar y retratar en una postal fotográfica.

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