¿Cuando comienza la temporada en El Calafate?

Calafate es una sureña localidad del oeste de la provincia de Santa Cruz que recibe turistas durante todo el año. Si bien durante la temporada alta, aumenta notablemente el número de visitantes que llegan a la ciudad, durante temporada baja continúa recibiendo turistas. El período turístico se divide en dos temporadas: alta y baja.

 

La temporada alta comienza en el mes de Octubre y finaliza en Abril, después de Semana Santa. Los meses de mayor concurrencia de esta temporada son Enero y Febrero. Durante este período las jornadas tienen más horas de luz, lo que representa una gran ventaja ya que brinda más tiempo para realizar excursiones, o visitas al aire libre durante el día. Otra gran ventaja es que las temperaturas no son tan bajas y no hay tormentas de nieve, por lo que todas las excursiones se realizan con total normalidad. En esta época es importante considerar la amplitud térmica entre el día y la noche, por lo que se recomida contar con ropa fresca para usar durante el día y abrigos para la noche o para las excursiones a las frías superficies de los Glaciares.

 

Es el período más visitado por turistas de todas partes del mundo, lo que se vuelve una gran oportunidad para el intercambio cultural. Las excursiones y estadías en los hoteles compartidas con extranjeros, permite el diálogo y favorece la integración entre personas de países y culturas diferentes. Sin embargo el gran acervo de turistas durante esta temporada resulta un aspecto complejo en cuánto a las plazas y alojamientos disponibles. Dada la gran cantidad de visitantes que llegan a Calafate, los hoteles, hosterías y posadas se ven desbordadas, por lo que se recomienda hacer las reservas con anticipación. Lo mismo sucede con los cupos para las excursiones, sobre todo las de navegación hacia los Glaciares, ya que las embarcaciones poseen capacidades limitadas de pasajeros.

 

La temporada baja comienza luego de Semana Santa, durante el mes de Abril y finaliza en las primaverales jornadas del mes de Septiembre. Es período invernal; los días son más cortos (por las pocas horas de luz solar), fríos y poco ventosos. Si bien suele haber días soleados, son frecuentes las lluvias y nevadas. Debido a que en el mes de Julio están las vacaciones de invierno, muchos establecimientos aprovechan para cerrar y realizar reformas o simplemente para descansar, aprovechando la poca actividad turística de estos meses (comparada con la temporada alta). Por ello es que se recomienda consultar anticipadamente en hoteles, restaurantes o informarse en los centros de información turística de Calafate. La gran ventaja de este período invernal se ve en las excursiones y aventuras; el frío y las nevadas no sólo no impiden que se realicen sino que las vuelves aún más pintorescas y atractivas. Las visitas a los Glaciares Perito Moreno y Upsala, por ejemplo, son más atractivas durante el invierno por las nevadas y congelamiento de las superficies próximas a los mismos. Otra divertida actividad que sólo puede realizarse durante la temporada baja es el patinaje sobre la congelada Bahía Redonda. Fenómeno que sólo se da en invierno, transforma a la Bahía en una verdadera pista de patinaje en donde deportistas y turistas practican patinaje, hockey, entre otros.

Fiesta de fin de año en Calafate

Por sus agradables temperaturas, El Calafate es un destino ideal para visitar durante el verano, más precisamente en el mes de diciembre. En este período, llegan turistas de todo el mundo a conocer las bellezas naturales que rodean a la austral localidad.

Muchos extranjeros se disponen a visitar El Calafate durante los días de diciembre con el fin de darse cita en este increíble destino el días 31 para celebrar la Fiesta de Fin de Año. Restaurantes, pubs, bares y los propios hostels se ven invadidos por turistas de todo el mundo que se reúnen para recibir el nuevo año.

Los principales alojamientos de la ciudad, se preparan para dar verdaderas fiestas durante la víspera del año nuevo. Hoteles como Alto Calafate, Hostería Las Dunas, entre otras organizan deliciosas cenas con platos típicos de la gastronomía patagónica. Se ofrecen copas de champagne a los invitados para hacerlos partícipes del tradicional brindis de medianoche. El clima de alegría y ansiedad invade cada rincón de El Calafate. Los turistas extranjeros se impregnan de ritos y tradiciones argentinas que se celebran durante el comienzo del nuevo año. Todo está preparado para el festejo, sólo resta esperar que el reloj indique la llegada de la hora 00:00. Y en ese preciso instante todo explota en el alegre grito de “Feliz año Nuevo”, fundido con el happy new year de algún turista inglés. Todos levantan sus copas y celebran dar comienzo al año nuevo en este paraíso de fin del mundo. Aparecen los abrazos, los buenos deseos y las sonrisas que delatan una alegría indescriptible.

Algo similar ocurre en los restaurantes y bares de la ciudad. Muchos de ellos sugieren a los turistas hacer sus reservas con anticipación debido a la cantidad de gente que se reúne allí para celebrar el fin de otro año. La propuesta es brindar cálidas cenas para saborear los sabores patagónicos y luego de las comidas, los bares preparan divertidos festejos y shows para celebrar el comienzo de año. Durante la espera, turistas de diversos puntos del mundo socializan y comparten experiencias de viaje. El diálogo enriquece la cena, convirtiéndola en un verdadero intercambio intercultural. Y la experiencia de fraternización llega al punto máximo cuando, llegadas las 00 horas, todos se funden en cálidos abrazos y brindis, deseándose buenos augurios para el año que acaba de empezar. A partir de la hora 00:30 empieza subir el volumen de la música, la gente comienza a levantarse de sus asientos y la fiesta empieza a sentirse en los pubs y bares. Las calles, hasta el momento llenas de familias y grupos que salen a admirar el espectáculo de fuegos artificiales, comienzan a quedar desiertas. La gente se reúne, va a los bares y boliches a festejar. Algunos ofrecen bailes hasta el amanecer acompañados de cotillón, otros ofrecen shows y presentaciones de bandas musicales.

Mientras la mítica noche del 31 se hace larga entre festejos para algunos, los hoteleros se preparan para la llegada de los primeros turistas del año. Durante la primera quincena de enero, Calafate recibe a miles de viajeros de todas partes que llegan para experimentar la temporada alta en esta localidad.